En la presente obra Tlatlatok Tetl / Piedra incendiada, el poeta náhuatl, Juan Hernández Ramírez, nos dice “hoy estamos aquí, en este precioso momento, en esta hora, en esta casa, en este monte, en esta tierra, aquí nos hemos reunido, para ofrecerte nuestra oración”. Sin duda, a través de esta obra, el escritor náhuatl nos está obsequiando “un manantial de palabras”, para que esta generación y las venideras retomen sus enseñanzas, y de este modo, revitalizar la llama de la lengua y la cultura náhuatl que, hoy por hoy, constituye un aporte literario que enriquece a la cultura mexicana.