Universidad Nacional Autónoma de México
Programa de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad
Introducción
El 25 de junio de 1993, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Declaración y el Programa de Acción de Viena, reforzando dos principios elementales: la universalidad de los derechos humanos y la obligación de los Estados de acatarlos. Al mismo tiempo, sugirió a la Asamblea General del organismo internacional que anunciara un decenio internacional de las poblaciones indígenas del mundo, el cual comenzaría en 1994, comprendiendo programas dirigidos a la acción y definidos de común acuerdo con las poblaciones indígenas.

Seis meses después, durante su cuadragésimo octavo periodo de sesiones, la Asamblea General autorizó la resolución 48/163, proclamando el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, el cual tendría como meta el fortalecimiento de la cooperación internacional para intentar dar solución a los problemas que enfrenta este sector de la población en ámbitos tales como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud.

En 2004, poco antes de la conclusión del Decenio, veinticinco líderes indígenas del continente americano se reunieron y elaboraron la Declaración de Tepoztlán, posteriormente a la “Década de los Pueblos Indígenas: Recuento y horizontes”, cónclave que marcó el inicio de un proceso sistemático de evaluación de la iniciativa aprobada en la ONU para el periodo iniciado en 1995.

Al respecto, destacadas personalidades intelectuales y políticas de América consideraron que el Decenio constituía un primer paso para generar y practicar nuevas relaciones equitativas entre Estados, pueblos indígenas y sociedad en general, al que, sin embargo, se opusieron obstáculos significativos, prueba de la necesidad de mantener la bandera de lucha de la construcción de Estados democráticos, inclusivos e interculturales.

Enmarcado en este proceso, el Pacto del Pedregal forma parte de un conjunto de proyectos de investigación y actividades de apoyo académico. Es un acuerdo entre la Rectoría de la UNAM –presidida entonces por el Dr. Juan Ramón de la Fuente– y los líderes reunidos en Tepoztlán, el cual renueva y vigoriza la relación Universidad-Pueblos Indígenas mediante los esfuerzos conjuntos del PUIC y la Comisión de Seguimiento.

Uno de estos esfuerzos dio pie a la publicación del Informe de Evaluación del Primer Decenio Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo 1995-2004, documento que recoge, en especial para América, la información más relevante del balance internacional, en un significativo esfuerzo de cooperación. Manifiesta también y de manera relevante el propósito de dar un seguimiento riguroso a las actividades del siguiente Decenio y, sobre todo, mostrar la vigencia y justeza de las demandas indígenas en el mundo.