Universidad Nacional Autónoma de México
Programa de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad
PREMIO ARTURO WARMAN
Premio Arturo Warman

Rafael Alonso Hernández López
Semblanza:

Cuenta con Licenciatura en Filosofía por el Instituto de Formación Filosófica Intercongregacional de México (IFFIM); Maestría en Ciencias Sociales y Humanísticas por el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA). Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas; y es Doctor en Ciencias Sociales por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. CIESAS-Occidente. Es Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1.

Es docente en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y actualmente es el Coordinador General de Dignidad y Justicia en el Camino A.C., organización que brinda acompañamiento integral a personas migrantes en tránsito y solicitantes de refugio. También actualmente es el Presidente del Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración.



Discurso:

Abril de 2018

En 2012, luego casi 10 años de ausencia, regresé a Arandas, Jalisco, el pueblo en el que nací, con la firme intención de dar cuenta de lo que ahí pasaba con la presencia de personas indígenas provenientes del sureste mexicano. El propósito era claro, las herramientas estaban listas para usarse, la ruta del trabajo definida. Con el pasar de las semanas y los meses, fui constatando lo que todo investigador/a enfrenta en su trabajo de campo y que a la vez constituye lo que a mi juicio es una de las riquezas de nuestra actividad: el poner a prueba nuestras construcciones, especulaciones, imaginarios y teorías con la realidad de las personas que se encuentran inmersas en nuestros escenarios de investigación. Particularmente me encontraba con el reto de mirar, cuestionar, repensar y problematizar muchas de las prácticas e imaginarios en los que me había desenvuelto gran parte de mi vida. Por otro lado, tenía el desafío de entrar en contacto con un grupo de personas con historias de marginación, rechazo y discriminación que les imposibilitaba ser parte de unos mínimos de convivencia.

Fue esa experiencia en Arandas en complemento con la vivencia de casi un semestre en la Selva Lacandona en Chiapas, la que me permitió, parafraseando a Warman (1976: 11-12) en su trabajo sobre los campesinos en Morelos, encontrar no solo a alteños o indígenas típicos, sino alteños e indígenas concretos, que sienten, viven, interpretan su situación y condición de maneras muy propias y particulares. Es el resultado de ese análisis el que hoy me tiene frente a ustedes, en el que tuve por objetivo mostrar cómo se actualiza el racismo en la globalización. Tomado como referente el caso de la inserción de jornaleros indígenas, mayoritariamente chiapanecos en la agroindustria del tequila de la región de Los Altos de Jalisco, a partir de mediados de la década del noventa del siglo pasado. Una región ganadera, agrícola, migrante, y religiosa productora de una bebida que ha catapultado a México al escenario mundial. Características todas que han configurado un imaginario que igualmente converge con una imagen la identidad oficial mexicana: el charro, tequila, el catolicismo. Por su parte, los indígenas provienen de regiones históricamente marginadas y pobres, que los ha posicionado como mano de obra dispuesta para laborar en mercados de trabajos precarios, en lo que su condición de clase y étnico-racial es funcional para garantizar la explotación de la empresa capitalista. Planteamientos todos que, con sus respectivos matices, pueden leerse a la luz de discusiones abordadas en su momento y bajo la propia óptica de Arturo Warman.

No puedo dejar pasar de lado la posibilidad de hacer un llamado a seguir repensando el papel de la academia, de nosotros los académicos/as en la situación actual del país; en este contexto hablamos de campesinado, indígenas, sociedades tradicionales, pero hay muchos frentes abiertos por nuestras investigaciones en los que hay algo qué decir. Más allá del legado intelectual, de los resultados, aciertos y errores de Warman, hay algo adicional que puede servirnos de su vida, es el hecho de tener un posicionamiento político construido, por supuesto debatible, vinculado a su experiencia intelectual. En ese sentido, invitaría a repensar y debatir nuestros posicionamientos sin miedos a perder la neutralidad científica y a construir una ciencia social acorde a las necesidades de nuestros tiempos y sociedades.

Finalizo mi intervención externando mi más profundo agradecimiento a todas las personas que contribuyeron en la investigación y en mi formación académica. Pretender nombrarlas y reconocerles como se merecen es una labor titánica por sus dimensiones y por la deuda tan grande que tengo para con todas ellas y ellos.

Al Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), unidad Occidente y al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el apoyo recibido a lo largo de estos cuatro años. A todos los investigadores que durante el período de mi formación contribuyeron con su tiempo y cercanía a mi formación intelectual. En ese sentido, mención especial merece el Dr. Santiago Bastos Amigo, por sus acuciosas observaciones, por su tacto y acompañamiento constante.

No puedo terminar sin manifestar mi gratitud con los jornaleros indígenas y sus familias, que tanto en Arandas, como en Chiapas, me abrieron sus casas, posibilitándome conocer y reflexionar profundamente su acontecer cotidiano. De igual manera agradezco a los alteños que hicieron lo propio, dando espacio para realizar entrevistas, para visitar plantaciones, localizar personas.

A Mirna mi esposa, Andrés mi hijo y toda mi familia, porque con su compañía y paciencia, se vuelven una motivación suficiente para emprender este tipo de retos.

Warman, Arturo. 1976... y venimos a contradecir. Los campesinos de Morelos y el estado nacional. México: SEPCIESAS.

Aaron Mclntosh Lackowski
Semblanza:

Estudió la licenciatura en Estudios Metropolitanos en la Universidad de Nueva York, donde se graduó con mención honorífica en 2008. Estudió la especialización de posgrado en Estudios Laborales en la Universidad de la Ciudad de Nueva York. En 2015 recibió la maestría en Estudios Latinoamericanos de la UNAM. Actualmente trabaja en la Ciudad de México con una organización dedicada a la investigación estratégica en apoyo a campañas laborales y ambientales.



Discurso:

Abril de 2018

Buenas tardes.

Primero me gustaría agradecer a los miembros del jurado por el tiempo dedicado a leer nuestros trabajos. También agradezco a las instituciones que conforman la Cátedra Interinstitucional Arturo Warman.

La idea para este trabajo de tesis surgió de mi experiencia como organizador voluntario de campañas laborales con trabajadores migrantes en el estado de Vermont, en la frontera norte de Estados Unidos. Mis compañeros y compañeras en esos esfuerzos trabajaban en las lecherías de la región, y provenían del Sur de México y de Guatemala.

Las condiciones laborales eran casi intolerables para los que venían del extranjero. Aparte del frío, los horarios de 70 horas a la semana, y los frecuentes accidentes laborales, no existían visas laborales para trabajar en esa industria, porque no se clasifica como trabajo temporal. Casi todos vivían indocumentados, lo que provocaba abusos de la patrulla fronteriza en esa zona.

Cuando vine a México a estudiar, me encontré con profesores y profesoras en el programa de Estudios Latinoamericanos de la UNAM que me ayudaron a entender las complejidades de la migración agrícola en el continente. Me dieron las herramientas para hacer una investigación trasnacional de la migración a las lecherías y de las diversas causas económicas y sociales de esa migración. En Estados Unidos sólo había conocido una parte de la historia. Gracias al hecho de que yo podía cruzar la frontera libremente, a diferencia de los que vivían allá sin papeles, conocí a familiares de amigos de Tabasco, Oaxaca y Chiapas que llevaban cinco, ocho o diez años—y a veces más—sin verlos.

Poco después de que terminé de escribir esta tesis, los organizadores de base en Vermont lograron una victoria histórica. Desde hace varios años, buscaban la forma de negociar acuerdos laborales con sus patrones y las empresas compradoras de leche. Debido a la fragmentación social en los ranchos y el hecho de que no podían formar un sindicato, era un reto considerable. Su campaña exigía “leche con dignidad,” y se basaba en el modelo innovador de la Coalición de Trabajadores de Immokalee en Florida, cuyos miembros trabajaban en la cosecha de jitomate. En 2015, por fin, obligaron a la empresa de helados más grande de la región, que se llama Ben & Jerry’s, a sentarse a negociar.

La empresa Ben & Jerry’s se construyó sobre un modelo de responsabilidad social. Sin embargo, desde que fue vendida en el año 2000 a Unilever—que en México podemos asociar con la marca Holanda—es más difícil distinguir entre los compromisos sociales de la empresa y su mercadotecnia. Como los trabajadores lecheros señalaron en sus primeras reuniones con la empresa, venden sus helados con imágenes de granjeros y vacas felices, mientras que los trabajadores migrantes quedan invisibles.

Falta mucho por hacer, pero ese acuerdo, que ya se está implementando, es un gran paso adelante, y yo quisiera tomar esta oportunidad para destacar el gran trabajo de organización que se hizo para lograrlo. Esa campaña fue la inspiración de mi trabajo de tesis, y sobra decir que es mucho más importante. Espero que el honor de este reconocimiento de la Cátedra Interinstitucional Arturo Warman contribuya al reconocimiento también del trabajo de una organización llamada Justicia Migrante en el noreste de Estados Unidos, y de todas las personas que se encuentran laborando en el extranjero y, al mismo tiempo, luchando sin descanso por un mundo más justo.

Gracias.

Gisela Elizabeth Tucuch Santos
Semblanza:

Originaria de Cancún, Quintana Roo. Licenciada en Antropología Social por la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Desde su egreso en el año 2014 ha laborado en proyectos sociales implementados por centros de investigación, así como organizaciones gubernamentales e instituciones privadas en áreas urbanas y rurales de Quintana Roo y Yucatán. Su interés académico se ha centrado en los estudios rurales enfocados en estrategias campesinas y movimientos de resistencia.



Discurso:

Mérida, Yucatán marzo de 2018

A los presentes, especialmente a los integrantes de La Cátedra Interinstitucional Arturo Warman:

Hace más de 8 años leí, de la letra y experiencia de Jorge Alonso 1, como Arturo Warman impulsaba a sus estudiantes a ser rigurosos, a profundizar sobre el campesinado y el maíz, a realizar trabajo de campo y a aventurarse a sus primeras publicaciones académicas… A provecho este espacio para hacer más vivido el recuerdo de aquella parte del texto en la que Jorge comparte el consejo que recibió de Warman cuando se encontraba confundido con su material etnográfico: “lee novelas”.

¡Vaya promotor de la lectura! pues ese consejo, aunque ajeno, también me acompañó durante mi paso por la Universidad, durante el trabajo de campo y sobre todo durante la redacción de la tesis. Basta decir que indirectamente y sin saberlo, Arturo Warman, con sus prólogos cargados de ironía y fino humor, influyó en mi interés por los estudios rurales y con ello el desarrollar la investigación sobre los campesinos mayas de Quintana Roo; hoy reconocida con tan importante distinción, que por fortuna lleva su nombre.

Los datos de dicha investigación permiten ver que al igual que cualquier grupo de productores agrícolas del país, los campesinos mayas no son sujetos que poseen conocimientos y técnicas productivas estáticas que carecen de un carácter innovador o funcional. Ya que inmersos en el contexto de los procesos agroindustriales, estos actores lograron modificar, re-significar y articular sus saberes, creencias, cosmovisión e identidad campesina a los elementos (físicos, económicos y tecnológicos) de un nuevo contexto productivo como los son los invernaderos. Me atrevo a decir que estos datos bien podrían ser resumidos con lo que el Dr. Warman — desde una mirada personal y optimista— afirmaba en parte de su obra sobre el campesinado en México 2: que “la resistencia de los campesinos parece clara y no hay duda alguna sobre ella”.

Quiero expresar aquí toda mi gratitud a los campesinos y productores agrícolas que compartieron conmigo sus conocimientos y enseñanzas. Recibir este premio es la mejor manera de honrar todas las experiencias vividas con cada una de las personas que conocí hace más de 6 años durante el trabajo de campo. Gracias don Felipe Tapia, por resistir, por todas las pláticas afuera del invernadero la “Hondonada”; y por regalarme estas palabras de amor que merecen ser compartidas y practicadas:

La planta […] tempranito te habla. Hasta como quien dice, si podrías darle un beso, dáselo porque lo necesita, se lo merece. […] si piensas que esa planta que vas a poner en la tierra te va a dar algo, ¡ámala!, con todo el amor de tu vida (Productor agrícola del invernadero La Hondonada, ubicado en la localidad La Presumida).

Con ese mismo amor puedo decir que este es un premio compartido, que es fruto de esfuerzos. Ya que también honra el apoyo brindado, así como la celebración y felicitaciones previas, por parte de los profesores de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY; especialmente quisiera agradecer a la Mtra. Cecilia Lara por dirigir este trabajo de investigación. A Lupita Reyes, Alma Acuña, Rodrigo Llanes, Yassir Rodríguez y Gabriel Angelotti por la lectura atenta y comentarios que mejoraron la redacción de la tesis. Por todo el apoyo y los ánimos que siguen siendo fuertes hasta el día de hoy.

Para finalizar no queda más que decir ¡Lo logramos Yobaín! Este premio nos obliga a seguir celebrando nuestra umistad; misma que se hizo más fuerte por esta devoción warmaniana. Esto va por aquellos años en los que cada 21 de octubre conmemorábamos, a nuestra manera, el aniversario luctuoso de Arturo Warman. ¡Por todos esos recuerdos!

¡Gracias!

1 Alonso, Jorge. 2003. “Arturo Warman: una visión íntima”. Alteridades, 13(26): 145-147.
2 Warman, Arturo. 1984. Ensayos sobre el campesinado en México. México: Editorial Nueva Imagen.