La Dirección General de Educación Indígena (DGEI) de la SEP atiende [2000-2001] a 1 109 932 niños indígenas en edad de cursar el preescolar y la primaria mientras que el Programa de Atención Educativa a Población Indígena (PAEPI) del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) atiende aproximadamente a treinta mil. [1 195 639, para el ciclo escolar 2003-2004, que incluye: 56 541 alumnos en educación inicial, 310 216 en preescolar, y 828 882 en primaria, con 53 042 docentes para los tres niveles. La DGEI da cuenta también de los Servicios de Apoyo para el mismo ciclo: 65 183 alumnos en 1 076 albergues escolares indígenas (61 533) y 27 Centros de Integración Social (3 650). La cifra para educación inicial del ciclo 2003-2004 no incluye a 58 023 padres de familia atendidos en este nivel.]12
Los servicios de la DGEI se ofrecen a 49 pueblos en 24 de las 31 entidades federativas del país. Con esta finalidad se atendió, en el ciclo escolar 2000-2001, a 42 131 niños en educación inicial, a 286 341 alumnos en educación preescolar y a 781 460 alumnos en educación primaria, Esto se realizó en 18 643 centros educativos [20 033 en 2003-2004]: 1 803 de educación inicial [2 285], 8 151 de educación preescolar [8 553] y 8 686 de primaria [9 191]. Los alumnos fueron atendidos por 48 768 docentes [53 042].
La cuarta parte de las escuelas primarias son unitarias, es decir, un solo maestro atiende simultáneamente a niños de diferentes grados.
Para apoyar la educación bilingüe se cuenta con libros de texto gratuitos en 33 lenguas indígenas, con una producción aproximada de 1.2 millones de libros que comprenden 189 títulos, para atender las necesidades educativas de 55 variantes dialectales [El total de libros para el periodo 2003-2004 es de 1 410 940; si se agregan las "sugerencias didácticas", los "cuadernos de trabajo" y el "material de apoyo", el total asciende a 1 950 889 [CZ y EZM].
Los estados con mayor atención en educación inicial son: Oaxaca, San Luis Potosí, Chiapas y Quintana Roo; en educación preescolar: Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz y Guerrero; y en primaria: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz.
En entidades como Yucatán, que en el Censo 2000 figura como el primer estado con mayor proporción de HLI (37.3 por ciento), o Quintana Roo, que ocupa el cuarto lugar con 23 por ciento de HLI, cuentan con una escasa matrícula a nivel primaria en la modalidad intercultural bilingüe: 13 835 alumnos en el primer caso y 3 844 en el segundo. El contraste con otros estados es notorio. Oaxaca, por ejemplo, con 37.1 por ciento de HLI se encuentra entre las entidades con mayor proporción de estudiantes en la modalidad intercultural bilingüe: 145 530 alumnos; en tanto que Chiapas, con 25 por ciento de HLI, cuenta con una matrícula de aproximadamente 180 mil alumnos.
Por su parte, el PAEPI está diseñado para operar en comunidades marginadas de menos de cien habitantes para el caso de primaria y menos de 500 en el caso de preescolar. Opera en 16 estados de la República. Al finalizar el ciclo escolar 1998-1999 el universo lingüístico de las comunidades atendidas por el PAEPI era de 64 lenguas, en grupos multiniveles.
La docencia se realiza con la participación de jóvenes HLI con escolaridad de secundaria o bachillerato, cuyas edades oscilan entre los catorce y 25 años y que prestan sus servicios como instructores comunitarios.
Los esfuerzos del Estado por una educación bilingüe se han concentrado en la educación inicial, preescolar y primaria. Queda excluida la educación secundaria, la media superior y la superior. Una demanda de los pueblos indígenas es la ampliación de la educación intercultural bilingüe en todos los niveles educativos.
Aun cuando la educación ha sido el ámbito en el que se ha dado mayor atención a la diversidad lingüística de México y pese a los planteamientos a favor de una educación bilingüe para la población indígena, la mayoría de las propuestas educativas se ha inclinado por un modelo en el que la lengua indígena se usa como instrumento para facilitar al niño su adaptación a la escuela, pero no se utiliza para la alfabetización en la propia lengua. Esta práctica provoca un menor aprovechamiento escolar de los niños indígenas y debilita el uso de sus lenguas, agravado por el hecho contradictorio de que, frecuentemente, los maestros bilingües son asignados a comunidades en las que no se habla la lengua que ellos dominan. Este conjunto de factores ha ocasionado que la calidad de la educación intercultural bilingüe presente problemas y deficiencias [ORDPI-INI, 2002: 56-60. DGEI: Comunicación personal; Instituto Nacional Indigenista, 2000b].