“Que los hijos de la lluvia por fin nombren su tierra”.
C. S
La melancolía bluesera y sonidos tonales de una lengua indígena poco conocida se combinaron para emprender el viaje
poético de la resistencia en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado por la UNESCO el 21 de
febrero del 2000. En el auditorio Arturo Warman del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y
la Interculturalidad PUIC-UNAM, dentro de las actividades Poesía desde La Otra Banda, Celerina Sánchez, presentó un
compendio de poemas bilingües en
tu’un ñuu savi y español, acompañada por la armónica de Víctor Gally. El
proyecto gestado hace seis meses por ambos artistas, intitulado
Natsiká (viaje), es una propuesta para la
difusión y permanencia de la lengua
tu’un ñuu savi, que pertenece al grupo Mixteco con 446 236 hablantes,
entre los estados de Puebla, Guerrero y Oaxaca.
La confluencia de la música blues con su escritura implica un enamoramiento entre ambos géneros creativos y la concordancia
de un pasado en común: la resistencia. Recordó que el origen del blues era una búsqueda por la libertad de los esclavos negros,
mientras que para ella, el uso de su lengua materna implica la resistencia y valoración de una lengua despreciada socialmente.
En este recital los espectadores pudieron transitar entre temas como el amor, la libertad, la resistencia y la identidad de la
mujer, a través de su voz fundida entre el viento sonoro expulsado por la armónica de Gally.