LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO
100 PREGUNTAS
13.- ¿Qué características presenta la migración indígena?

Es una regla básica de los estudios de población considerar como las tres grandes variables demográficas a la fecundidad, la mortalidad y la migración: sobre un espacio geográfico determinado, el número de población varía de acuerdo al comportamiento de esos tres factores. Cuando se asocian una alta tasa de fecundidad, un descenso de la mortalidad y un número bajo de desplazamientos de población fuera del territorio en cuestión, se producen incrementos sustantivos que —como ocurrió en México durante varias décadas del siglo XX— dan lugar a "explosiones demográficas": "La población mexicana creció más de siete veces en el siglo XX, al pasar de 13.5 millones en 1900 a 97.5 millones en el año 2000. En ese mismo periodo, la tasa de mortalidad general descendió de 35 a 4.5 muertes anuales por 1,000 habitantes y la tasa de mortalidad infantil de más de 200 decesos por 1,000 nacidos vivos registrados a sólo 26" (SSa, 2001b: 27-28). A la inversa, cuando se verifica una altísima mortalidad, baja fecundidad y escasa migración, se generan "catástrofes demográficas", como la que tuvo lugar en el naciente territorio de la Nueva España entre 1519 y 1650 (Cook y Borah, 1989: 215-221). Este peculiar léxico ilustra suficientemente dos fenómenos polares; hasta donde sabemos no se han generado expresiones equivalentes para aludir a la migración, a la que debemos considerar como uno de los rasgos más característicos del movimiento poblacional en el mundo (y, en particular, en México) en el ocaso del siglo XX y los albores del XXI.

En el caso de la población indígena —con "fecundidad en descenso, pero aún relativamente elevada, y alta mortalidad" (Fernández Ham et al., 2002: 173)— dificulta la observación del crecimiento/decrecimiento, y de la migración, el hecho de que las series históricas que admite comparaciones son las que registran a los HLI de 5 años y más, como dijimos en el apartado sobre crecimiento de la población. Es sabido que puede haber aumento sustantivo de población indígena, pero un decreciente número de hablantes de las lenguas originarias.

El incremento de los estudios sobre migración de la población indígena mexicana es claro indicio del impacto de este fenómeno, del cual se dice con razón, que está modificando el perfil de las regiones indígenas (expulsoras), e indianizando el de las zonas receptoras. Como señalamos en el apartado que identifica los principales asentamientos territoriales indígenas en la actualidad, aunque la población indígena sigue siendo mayoritariamente rural (el 65 por ciento de los hablantes de lenguas indígenas habita en localidades con menos de 2 500 habitantes),

la migración está alterando en forma significativa la ubicación y las estructuras de edad y sexo de los diversos grupos lingüísticos.

La migración tiene múltiples causas, tanto estructurales como coyunturales: crecimiento poblacional y presión demográfica sobre la tierra, deterioro ecológico, devastaciones por fenómenos meteorológicos, escasez de empleo y disminución del ingreso, explotación de la fuerza de trabajo; inexistencia o insuficiencia de servicios básicos (electricidad, agua potable, escuelas, centros de salud, etcétera), difícil o nulo acceso al crédito y a nuevas tecnologías, violencia armada y caciquismo, entre otros factores. Lo anterior, aunado a la expectativa de lograr una vida mejor fuera de las regiones de origen, está produciendo cambios en la configuración de las poblaciones [ORDPI-INI, 2002: 33; también: Warman, 2001].

Los pueblos con mayor migración son purépechas, mayas, zapotecos, mixtecos de Guerrero, Oaxaca y Puebla; mazatecos de Oaxaca, otomíes de Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Puebla y Veracruz; nahuas de Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Veracruz y San Luis Potosí; chinantecos de Oaxaca, kanjobales de Chiapas, totonacas de Veracruz, mazahuas del Estado de México, choles de Chiapas y mixes de Oaxaca. Para 1995, 85 por ciento del total de migrantes indígenas de todo el país pertenecía a los 13 pueblos mencionados. En el caso de los HLI con muy pocos parlantes, la dispersión de su población a causa de la migración impacta directamente en la permanencia de estos pueblos. Es el caso de grupos como los kekchí, quiché, tepehuán, cucapá, chocho, pima, cakchiquel, kiliwa, chichimeca jonaz, mame, cochimí, jacalteco, pápago y lacandón, entre otros.

Los migrantes indígenas se han asentado en los campos agrícolas de la frontera norte y noroeste, en alrededor de 105 ciudades mexicanas, y en el campo y ciudades de Estados Unidos y Canadá.

En el transcurso de 1995 casi la décima parte de la población indígena cambió de residencia al interior del país. Diez entidades recibieron en conjunto casi 370 mil migrantes, que representan 84 por ciento del total de indígenas que se desplazaron ese año. Éstas son: Distrito Federal (85 937), Estado de México (75 558), Veracruz (69 494), Baja California (28 397), Campeche (21 379), Sinaloa (18 141), Puebla (15 072), Jalisco (14 359), Tamaulipas (12 608) y Tabasco (18 892).

Las mujeres se han integrado a las corrientes migratorias, lo que supone cambios en diversos aspectos de su vida. Cuando permanecen en las comunidades, ellas asumen las responsabilidades del cónyuge con lo que se incrementa la carga de trabajo que se les ha asignado culturalmente.

Destacan como polos de atracción grandes ciudades como México y su área conurbada, Guadalajara, Tijuana, Ciudad Juárez, Culiacán, Acapulco y Mérida; ciudades medias como Tehuacán, Cancún, Chetumal, Matamoros, Coatzacoalcos, Ensenada, La Paz y Puerto Vallarta; por último, algunas ciudades pequeñas con fuerte presencia indígena entre las que sobresalen San Cristóbal de las Casas, Juchitán y Tuxtepec.

El territorio mexicano se ha convertido en una importante zona de tránsito o de residencia de una gran cantidad de indígenas provenientes de Centroamérica, cuya intención original es llegar a Estados Unidos y Canadá [ORDPI-INI, 2002: 34-35].

En el capítulo denominado "Desarrollo, marginalidad y migración" (Rubio et al., 2000: 289-354) del Estado del desarrollo económico y social de los pueblos indígenas de México. Primer informe, los autores elaboraron el siguiente cuadro que resume un conjunto de causas importantes de la emigración indígena:

FACTORES QUE HAN PROPICIADO LA EMIGRACIÓN INDÍGENA DURANTE LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS
FactoresRegión o grupos indígenas afectados
ECOLÓGICOS
  • Baja productividad de la tierra
  • Oaxaca, la montaña de Guerrero, región mazahua-otomí y sierra Tarahumara
  • Fenómenos climatológicos: sequias, heladas, huracanes
  • Sierra Tarahumara y regiones cercanas a las costas
  • Tiempos muertos en el ciclo agrícola temporalero del ligar de origen
  • Prácticamente todas las regiones
  • Cambios en la calidad productiva del suelo ocasionados por monocultivos y otras causas de degradación ecológica
  • Yucatán, región totonaca de Veracruz, huastecas, zonas petroleras de Veracruz y Tabasco, y sierra norte de puebla
TENENCIA DE LA TIERRA
  • Problemas con el reparto agrario o carencia de propiedad
  • Huastecas, Chiapas y zona Huicot
  • Ganaderización del territorio
  • Huastecas, totonaca de Veracruz y Chiapas
  • Venta forzada de la propiedad ejidal y cambios en el uso del suelo con fines de desarrollistas (construcción de presas, vías ferroviarias, plantas industriales y carreteras)
  • Zona petrolera de Veracruz, zona nahua, mazahua y otomí del Estado de México, istmo de Tehuantepec, sierra Tarahumara, zona nahua de Guerrero y región del Papaloapan
CRISIS EN LOS PRECIOS DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS
  • Caída o baja en los precios del café, henequén, azúcar, tabaco, cacao, naranja, tomate, aguacate, y otros
  • Chiapas, las huastecas, región chocho-mixteca-popoluca, sierra norte de Puebla, región totonaca de Veracruz, región nahua de Oaxaca y Puebla, región nahua de Veracruz, sierra chontal de Tabasco, región Huicot, y Península de Yucatán
  • Cancelación de la demanda de henequén
  • Península de Yucatán
  • Baja en la demanda de productos de palma ante la interrupción de plástico o fibras sintéticas
  • Montaña de guerrero, sierra Tarahumara y Oaxaca
  • Baja en la demanda de artefactos o insumos producidos en microescala por indígenas: cerámica, palma, frutas regionales, artefactos de madera, dulces regionales, etcétera.
  • Prácticamente todas las regiones.